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The Most Famous Artist |
Desde hace unos cuantos años tenía la idea de
querer estudiar en el extranjero y después de mucho esfuerzo, finalmente se
presentó la oportunidad para hacerlo. Recientemente llegué al país que se
convertirá en mi nuevo hogar, o por lo menos eso espero.
No vine sola, estas últimas semanas he estado
acompañada por mi mamá. Lo admito, no ha sido tan fácil como pensábamos. Sin
embargo siento que me va a costar mucho tener que despedirme de ella en una
semana, sobretodo sabiendo que no la veré hasta dentro de un año. Es difícil
dejar de ver a un ser querido porque simplemente es algo a lo que no estamos
acostumbrados. De hecho, en el aeropuerto al despedirme del resto de mi familia
las lágrimas fueron inevitables. Además de estas semanas juntas que se
convertirán en recuerdos, creo que extrañaré el hecho de que no tendré a
alguien que me discuta, me corrija o me recuerde que hay ciertas cosas que solo
se pueden hacer de una manera. A veces no nos damos cuenta de que no valoramos
esos pequeños detalles que al final se convierten en una característica propia
de cada relación, no quiere decir que mi mamá y yo nos la pasamos discutiendo
pero sí siento que es algo que viniendo de otra persona me resultaría extraño
porque no es mi mamá.
Al despedirme de mi papá, me dijo que sin importar
lo que pase “todo es parte de la aventura”. Para mí se trata de descubrir cosas
distintas y conocer gente nueva, aún si se trata de cosas simples y de la vida
cotidiana. Por ejemplo, hace poco tuve que aprender a mandar una carta por correo
(en Venezuela no es algo muy común y por eso no lo había hecho antes, créanme es
más complejo de lo que parece) y ya considero que eso forma parte de la
aventura. Cuando comencé este blog quise hacerlo sobre reflexiones y opiniones
sin involucrar mucho mi vida personal y sin embargo este artículo tiene un poco
de este último porque me resulta más interesante escribir sobre un tema que es
cada vez más común para los jóvenes abordándolo a través experiencia propia.
Con esto lo que quiero decir es que cuando se está
empezando de nuevo, no hay errores sólo aprendizaje. Quizás al principio no sea
fácil y tengan que adaptarse a su nuevo entorno y a sus nuevos compañeros, eso
no implica que tengan que dejar de ser quienes son. Es importar recordar
quiénes somos y por qué estamos ahí, mi mamá suele decirme que si no le caigo
bien a una persona ya llegará alguien a quien sí, lo bueno se hace esperar. A
veces me aterra la idea de que voy a estar en la universidad (empiezo en tres
días…sí, lo se….) porque me parecer que hace unos segundos me agarraban la mano
para cruzar la calle y ahora tengo que cruzarla sola. No les voy a mentir, es
la primera vez que siento tanto miedo en mi vida. No es ese tipo de miedo que
te sube por la espalda cuando ves una araña (en mi caso una mariposa), es más
bien como estar en un cuerda floja y saber que no hay una malla abajo. Aunque,
a decir verdad el sistema está hecho como si fuesen engranajes, todos se ayudan
los unos a los otros, tal vez no al primer mes pero sí al segundo o al tercero,
la confianza lleva tiempo, poco a poco va apareciendo una malla de emergencia.
Además todos los años hay alguien como ustedes y como yo que tiene las mismas
dudas, inquietudes y necesidades, así que si ellos lo lograron nosotros también
podemos.
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Sin pensar |
¿Saben qué? Creo que lo mejor de empezar una nueva
etapa de esta manera es saber que todas esas aventuras son solamente tuyas y
que nadie te las va a poder quitar.