![]() |
Roll with It, Eugenia Loli |
Cuestionar
decisiones, enfrentar grandes cambios, personas que entran y salen de tu vida,
llorar de alegría y reír de frustración, todo esto en un abrir y cerrar de
ojos.
Es extraño como
muchas veces pensamos tomar la decisión correcta, la que es “mejor para todos”
y que al final termina siendo la peor para uno. Lo interesante es la capacidad
que tenemos de creer que somos reyes del mundo y que podemos hacerlo todo
solos, que creemos tener todas las respuestas y en verdad estamos tan perdidos
y con tanto miedo a admitir que no somos superhéroes, que el miedo a avanzar se
vuelve paralizante.
Saltar al vacío o
aferrarse a lo conocido, es normal dudar: “on n’est pas sérieux quand on a 17 ans” dicen por ahí. Creo que sin importar el número de años que tengamos
encima, la duda siempre formará parte de nuestras vidas. Es algo bello y
aterrador: tiene la capacidad de mostrarnos que podemos equivocarnos y que no
existe una sola opción. Dudar nos hace humanos. Si bien es algo muy loco,
cuando tenemos dudas es cuando más nos damos cuenta de que quizás ser los reyes
del mundo no es tan buena idea. Tener un plan de respaldo, una excusa, una
respuesta para cuando todo salga mal, todo esto muestra como inconscientemente
sabemos que la podemos cagar y que al final eso está bien.
Empezar una nueva
aventura suele ser muy aterrador y me he dado cuenta de que se siente mal no
dudar al respecto. ¿Cómo es posible sentirse tan seguro dando un paso al vacío?
Sin titubear ni mirar a los lados, simplemente lanzarse, en ese instante cuando
el aliento se corta y ya estamos cayendo es que empezamos a pensar en todo lo
que pudimos haber hecho mal y que pudo terminar mejor. “De los errores se
aprende” dice mi abuela, de ahí salen también las mejores historias, de aquello
que creíamos imposible y que una vez más terminó sorprendiéndonos a nosotros
mismos. No saber qué va a pasar es lo que hace nuestro día a día tan increíble,
darnos cuenta de que cada cosa es distinta y que las perspectivas son completamente
diferentes, hace que pensar en todas las opciones que tenemos frente a nosotros
sea tan interesante.
Lo difícil viene a
la hora de escoger, de tomar una decisión, como dije antes no es nada sencillo.
Saber que lo que estamos haciendo es lo correcto o que en lo que nos metimos es
lo mejor para nosotros no siempre es evidente. Aun cuando nuestros padres dicen
que tomamos la decisión correcta, la duda sigue ahí. Confieso que se siente bien darse cuenta de que al final del vacío en el que nos lanzamos
hay una cama de almohadas. Puede ser un mar de sueños realizados o un simple charco
de expectativas sin satisfacer. Nada de eso importa: saber que llegaste ahí,
que tuviste lo suficiente y que lo vales es el mejor de los sentimientos.
Descubrir que esa aventura no es la tuya no debe ser una decepción, sólo quiere
decir que estamos un paso más cerca de aquello que nos corresponde. Muchas
veces encontramos cosas que ni siquiera sabíamos que estábamos buscando y ahora
son nuestra razón de ser en la vida.
La duda, la pasión,
la locura: enamorarse de lo desconocido y redescubrir que amas lo que haces,
qué mejor manera de describir la condición humana. Definitivamente somos seres
extraños.
“Aunque el horizonte sea una línea, no existen
los límites”.
Agradecimiento
especial a mi querida amiga M.C