Por: Ivana Jiménez
A veces en la vida se nos presentan ocasiones en las cuales tendemos a no saber como reaccionar, ya sea porque la situación es compleja o porque es primera vez que nos enfrentamos a algo así. No sabemos si reir, llorar o simplemente encerrarnos en nuestro mundo y embarcarnos hacia algún lugar desierto en el que podamos sentirnos seguros. La respuesta a este tipo de problemas se encuentra en nosotros, nuestra mente, en nuestra imaginación. La imaginación, tiene un papel fundamental en la vida de los seres humanos desde épocas remotas. Sin ella, Da Vinci no hubiese podido crear aparatos tan complejos y visionarios, tal vez Dalí no hubiese pintado cuadros tan bizarros y a la vez fascinantes, sin la imaginación García Márquez no hubiese podido escribir historias dramáticas y humorísticas merecedoras de un premio nobel. Y así mismo, muchos artistas, escritores, novelistas entre otros utilizan la imaginación como base en su vida cotidiana. Aunque estos fueron breves ejemplos de como personas cuyas carreras dependen de la imaginación, no son los únicos que la necesitan o la utilizan.
Desde pequeños,la televisión, los libros, nuestros amigos y familiares nos presentan un mundo de fantasía. A través de ellos, poco a poco nos vamos enamorando de todas las maravillas que vemos. Al ser pequeño, muchos padres ponen en práctica el ritual de leer un libro antes de ir a dormir, por supuesto que cuando Morfeo nos da la bienvenida a su mundo nos recibe con sueños llenos de princesas, dragones, astronautas, animales que hablan y muchas otras cosas magicas. No hay mayor satisfacción que ver a alguien feliz y saber que contribuimos a que sea así, los padres se deleitan con este sentimiento al ver que sus hijos, duermen con una sonrisa en sus rostros.
Científicos y especialistas creen en la posibilidad de que perdemos parte nuestra imaginación con el paso del tiempo. Al llegar a la edad adulta no tendremos la misma imaginación que poseiamos de pequeños. ya sea por darle prioridad a otras cosas y no tener tiempo para soñar. Por otra parte existe otro punto de vista. La imaginación no se pierde, simplemente permanece oculta en nuestro cerebro con miedo a salir y enfrentarse al mundo real. Éste está lleno de personajes conocidos como ‘’responsabilidades’’, ‘’trabajo’’ y ‘’deberes’’ entre otros. La imaginación al ver que comparte su hogar con dichos personajes tiende a sentirse fuera de lugar, después de todo ella solo quiere divertirse y sumergirse en sueños repletos de utopías y maravillas que no encontraría en el mundo real. Al verlo así, la imaginación es la vía de escape a los problemas que nos encontramos en nuestra vida cotidiana. Muchas personas tienden a irse de viaje o a un spa para relajarse y tratar de despejar su mente, olvidándose de que no hace falta gastar dinero, ni ir muy lejos para poder lograrlo. A veces por el simple hecho de que la respuesta a nuestros problemas sea tan simple, tendemos a dudar con respecto a su efectividad y decidimos complicarnos la vida, cuando lo único que tenemos que hacer es cerrar los ojos y transportarnos a nuestro paraíso privado, nuestro lugar feliz.
Muchas personas afirman ser ‘’niños en el cuerpo de un adulto’’, tienen familia, trabajo y deberes pero esto no les impide consagrar unos minutos de su tiempo a la imaginación. A su vez también se habla de ‘’edad mental’’ refiriéndose a una persona cuya edad física o real puede ser por ejemplo unos treinta años pero posee una forma de pensar asociada a la creatividad de un niño de ocho años. Esto no implica que la persona sufra de un déficit de conocimiento o padezca de una enfermedad mental, simplemente a nivel creativo y artístico, tiene una mente fresca, espontánea, vivaz, sigue en contacto con su niño interior y esto favorece su imaginación. Así mismo la imaginación en vez de ser vista como un enemigo para los adultos es al contrario su amigo, los favorece a nivel emocional, social e incluso laboral. Los sueños y pensamientos inducidos por la imaginación pueden estimular los sentidos. Pueden hacernos reir, llorar, sentir rabia u otros debido a ciertos pensamientos que deambulan por nuestra mente. La imaginación y la creatividad van de la mano, en muchos casos pueden beneficiar a las personas a desenvolverse con facilidad en su entorno. Hacer amigos se ha vuelto cada vez más en una base de nuestra sociedad, a la hora de formar amistades, se vuelve más sencillo al ser una persona de mente abierta, con ganas de escuchar ideas nuevas y expresar las suyas (no hay que poner de lado a aquellas personas cuyas cualidades sean diferentes a las previamente dichas, existen muchas personas que probablemente compartan ideales diferentes y éstas formarán amistades entre sí). En el ámbito laboral, al momento de presentar ideas, proyectos y otras propuestas, éstas se desarrollan con mayor facilidad al tener una amplia imaginación y creatividad.
La imaginación es más que una idea, es nuestro amiga incondicional de toda la vida, depende de nosotros el hecho de quererla a nuestro lado o encerrada en algún rincón de nuestra mente. Si pudiésemos asociarla con algún amigo o conocido, estoy segura de que sería aquella persona que es diferente, espontánea, a la que se le ocurren los mil y un disparates y que a pesar de todo no podemos dejar de quererla porque sus diferencias son lo que la hacen tan especial y tan maravillosa. Sería esa persona con la que nunca te aburrirías, la que te acompañaría en tus aventuras mas bizarras y le pondria color a tus días grises, sería esa amiga a la que le darías las gracias por estar ahí, siempre contigo.
