Por: Ivana Jiménez
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| -Eli Rezkallah |
¿Alguna vez les ha pasado que sienten que el mundo decidió ponerse en su contra? Para muchos, la respuesta suele ser un gran “Sí!”. A pesar de que en momentos como estos podemos sentirnos solos, no lo estamos, después de todo somos 6.000 millones de personas que andamos deambulando por ahí afuera y estoy segura de que este sentimiento es compartido por muchos. A veces este día comienza con una acción simple, como levantarse de mal humor causado por un mal sueño o quizás despertarse y ver hay deberes que hacer, una casa que limpiar y una boca que alimentar. “El estrés”, enemigo de muchos por razones obvias, aparece sigilosamente, cuando menos lo esperas, es como una mala hierba que poco a poco se va apoderando de tu vida y para cuando te das cuenta ya es muy tarde. Su hábitat natural se desconoce con certeza pero se le puede encontrar en el trabajo, el colegio, se le conoce por su fuerte presencia en momentos complicados y suele ser la causa de muchos problemas. ¿Qué pasaría si a una mañana llena de estrés le agregamos un cambio de clima que afecte nuestros planes? Hay cosas que no podemos combatir, como las fuerzas de la naturaleza y éstas pueden provocar cambios en nuestro día. Lo que para muchos puede ser una simple lluviecita para otros puede significar una cita cancelada, un paseo que no se llevará a cabo o un instante más que no podrás pasar tiempo con aquella persona especial. Y si ha esto le agregamos dos cucharadas de tristeza y una pizca de depresión, causados por los acontecimientos previos tenemos la receta perfecta para un mal día. Para las mujeres, durante unos días al mes nos sentimos mal, desarregladas, con un hambre insaciable y una depresión que solo la calma una película triste y un buen helado de chocolate, ante los ojos masculinos esto tiende a verse como una “exageración” o una “locura”, para nuestro consuelo, solo dura unos pocos días pero para otras mujeres pueden pasar la vida entera sintiéndose así. ¿Se imaginan? Los hombres terminarían con dolor de cabeza y ganas de no estar con una mujer más nunca en sus vidas. Para nuestra suerte tanto como para hombres como mujeres, hay cosas que pueden endulzarnos la vida, como dije antes puede ser una película o helado, la verdad esto es dependiendo de cada quien, es relativo.
La mayoría de las veces este mal día por fin se acaba al llegar a la casa, al ver la sonrisa de alguien a quien queremos o simplemente al quitarnos los zapatos y sentarnos en el sofá a ver televisión o simplemente mirando al techo sin pensar en el caos que se encuentra afuera de esas cuatro paredes que nos mantienen desconectados del mundo exterior. Al estar triste, molesto o estresado tendemos a pensar que vivimos en un mundo de soledad, ese es un problema frecuente entre los humanos, pensar que somos los únicos, que lo que nos está pasando es un acontecimiento único que se está llevando a cabo por primera vez en la historia del universo, y para nuestra sorpresa no es así. No hay que verlo como una decepción sino más bien una manera de demostrarnos que allá afuera hay alguien ha pasado por las mismas situaciones, alguien que nos pueda ayudar, nos escuche y nos comparta sus opiniones al respecto. El secreto para sobrellevar un mal día y finalizar con una sonrisa en el rostro está en buscarle el lado bueno al asunto y pensar que mañana será otro día en el cual tendremos la oportunidad de corregir errores, estar agradecidos y sobre todo darse cuenta que no hay un mal día sino un momento difícil que nos llevará a un buen aprendizaje.
